Accidente [Privado: Einstein]

Iba caminando tranquilamente, sumido en sus propios pensamientos. Ni siquiera notó que algunos de los estudiantes se hacían a un lado dejando pasar a aquel que avanzaba rápidamente por el pasillo.

No pudo evitar que se le viniese encima, como acto reflejo se cubrió con los brazos. Como consecuencia de esto, todos sus libros volaron al suelo. Cerró los ojos pero nunca notó el impacto, que se supone debería haber recibido ya que se sintió jalado del brazo.

Abrió los ojos y lo vio, no era otro que Napoleón Bonaparte

-Sí estoy bien, pero parece que mis libros no lo están tanto - Se arrodilló comenzando a recogerlos.

-¿A dónde ibas con tanta prisa Napoleón?

Acomodó sus libros sobre la teoría de la relatividad bajo el brazo y le miró sonriente.

-No te preocupes, cualquiera tiene un accidente de este tipo.- Se puso de puntitas intentando darle unas palmadas en el hombro, realmente era bastante alto.

-Así que ibas en busca de un dulce- Se acomodó los lentes y se quedó mirándolo, lo notó nervioso y agitado, bueno después de la carrera que se había pegado, era normal que el pobre clon se encontrase en ese estado.

- Bueno, si me invitas a tomar algo, olvidaré que casi destrozas mis libros, sobre la vida y obra de Albert Einstein- Lo miró con una sonrisa cómplice. La verdad, no le había molestado en lo más mínimo, pero también era verdad que estaba algo aburrido, después de tantas horas de estudio.

Y no es que hubiese adivinado que el otro quería un dulce, simplemente lo supuso, aunque no lo pareciese, era observador.

Comenzó a caminar con calma al lado del otro clon

-Creo que me apetece un dulce de chocolate- Y es que hacía mucho que no probaba el chocolate.

También sabía la presión que recaía sobre ellos los clones, tenías que ser lo mas parecido al original posible, pero también sabía que desarrollaban algunas cosas que eran distintas. Por eso la preocupación, no estaba de lado en ninguno de ellos.

Notaba como los demás clones se les quedaban mirando. ¿Tan raro era verlos juntos? ¿O acaso era por la diferencia de altura? Decidió no darle importancia, ahora en su mente a parte de miles de teorías, estaba el dulce de chocolate.

Sonrió al verlo tan animado -No es que el chocolate sea mi favorito, pero me ayuda a recuperar energías-

Le observó, de verdad que se comportaba como un niño, pero eso en cierta forma le agradaba de él. Cuando llegó su turno pidió un cremoso pastel de chocolate, que le había llamado la atención desde que estaba al otro lado de la cola.

Se acercó a la mesa que le había señalado el otro clon y se sentó en esta dejando todos sus libros a un lado y mirando el pastel con gusto.

-Yo nunca diría que eres un estúpido, lo único que diría es que se te ve bastante feliz con tu dulce- Le dio una pequeña mordida a su pastel y luego prosiguió.

-Es bueno darse un capricho de estos de vez en cuando, si no sería algo aburrido- Recargó el codo en la mesa y la cabeza en su mano.

Se le escapó una pequeña risa. -Si, que te comprendo si, nosotros los clones tenemos un trabajo duro, pero también hay que saber tener momentos para quitarse el estrés y simplemente pensar en otras cosas.- Sonrió al sentir las palmaditas.

-No todo el tiempo debe ser trabajo, trabajo y más trabajo, aunque mi original si que trabajó mucho.-

Miró sus libros al tiempo que el otro clon se los señalaba. -Mi original era una persona bastante interesante. Estoy intentando aplicarme a los métodos que el usaba, pero parece que ya en esta época hay muy pocas cosas por descubrir.-

Le guiñó el ojo. La verdad es que no entendía muchas cosas. Por ejemplo Napoleón, no tenía ejército al cual mandar, y así muchos de ellos. Reyes sin reino. Simplemente, debía olvidar eso y concentrarse en el presente.

-¿Y cómo lo llevas tú?

-Tampoco es un peso tan pesado, o claro, también puede ser que ya esté acostumbrado a todo esto. La verdad que estar desde casi un niño estudiando sus teorías y su vida, puedo decir que fue un hombre interesante, y sí me gustaría poder ponerme a su altura-

Soltó una pequeña risa escuchando al otro.

-Sí, entiendo ese punto, a veces uno es capaz de meterse tanto en la historia de su original, que parece que lo está viendo todo con sus propios ojos-

Terminó su dulce y se relamió los labios sin quitar esa sonrisa que se había plasmado en sus labios.

Se estiró y miró sus libros, por hoy ya había sido suficiente de estudiar, quería tomarse un respiro de tantas letras y números.

-¿Tenías pensado hacer algo más ahora? Ahora mismo no tengo nada mas que hacer, espero que no te moleste que me quede un rato mas disfrutando de tu compañía.-