Encuentro en la biblioteca. [Privado: Poe]

por **Napoleón Bonaparte** Lun Mayo 14, 2012 10:10 pm

Soltó un suspiro largo, que reflejaba lo harto que estaba de leer ese libro, al otro día tendría un examen importante, bueno no sólo él sus compañeros también, pero lo que le frustraba era el hecho de que no podía concentrarse, leía algo y luego se le olvidaba, bostezaba cada tres párrafos y además sentía que podría dormirse leyendo ese libro.

Que decepcionante.

No creía que hubiese imposibles para él, pero ese libro lo estaba sacando de sus casillas, de un momento a otro lo tiraría por la ventana, pero se calmaba porque no quería que hubiese alguna clase de alboroto ni que lo castigasen por atentar contra el material de la escuela.

Tomó al libro y con expresión decidida, intentó concentrarse, ¡Maldición! ¿Por qué tenía que pensar en cosas estúpidas en ese momento? y es que no era muy normal acordarse de cosas sin importancia en ese importante momento, sí, su cerebro se burlaba de él.

Rascó su cabeza con frustración, y decidió que lo mejor sería ir a buscar algo para tomar ¿Cuánto llevaba ahí sentado exactamente? necesitaba un café lo más pronto posible, y así tal vez podría concentrarse, había escogido la biblioteca porque le parecía un lugar bastante callado pero, para su desgracia, hasta el más inofensivo murmullo lo distraía, siempre le pasaba lo mismo, no había mucho de lo cual sorprenderse.

Se levantó de la silla y comenzó a caminar buscando su necesitada bebida, y mientras tanto repasaba lo anteriormente leído en su mente, el chiste no era saberlo de memoria si no entenderlo, tan perdido estaba en sus pensamientos que no notó que chocaba con un chico más bajo que él, estaba algo torpe en esos últimos días, al parecer, tomó al desconocido de un brazo para que no fuera a caer y lo impulso hacía su pecho, la diferencia de altura y contextura en general era realmente notoria.

—Siento eso.—Se disculpó para luego soltar una pequeña y suave risa.—Estaba distraído.—Confesó, mirando al chico con el que había chocado, pero no recordaba quién era... aunque sólo le tomó unos minutos.

Edgar Allan Poe.